miércoles, 17 de febrero de 2010

Tom's Midnight Garden

PHILIPPA PEARCE

Llegué a este libro a través de mi búsqueda de libros galardonados en alguna categoría. Dado que los premios nobel en realidad no significan nada más que mucho dinero, me puse a buscar libros con premios nebula o ‘clásicos’ infantiles. Resulta que Tom’s Midnight Garden era de los pocos que hay en la biblioteca.

La historia trata de un niño (Tom) que debe de irse a pasar el verano a casa de sus tíos porque su hermano tiene sarampión y sus padres no quieren que se contagie. El pobre niño muere de aburrimiento en casa de sus tíos: no puede salir porque está en cuarentena, no hay niños con los que jugar y el departamento que sus tíos rentan no tiene jardín. Lo único misterioso que hay es un viejo reloj en la planta baja, y una noche que Tom se levanta a investigar el por qué de las trece campanadas del reloj, encuentra una puerta que da a un jardín que no está allí de día. Sin otra cosa que hacer, el niño visita el jardín cada noche. Pronto se hace amigo de una niña llamada Hatty, y poco a poco Tom se da cuenta de que si bien él acude todas las noches al jardín, el tiempo para Hatty pasa de manera diferente. El libro narra la historia de Tom y Hatty, el misterio del jardín que desaparece y del reloj que marca trece campanadas.

No puedo dar otra opinión salvo que me gustó mucho. Entra en la categoría de libro para niños bien hecho. La autora se metió con temas difícilmente tratables en un libro para niños, la naturaleza del tiempo por ejemplo, pero creo que salió mas o menos bien del paso. Tom es creíble como niño y el crecimiento de Hatty es bonito pero triste a la vez. Y como le dije hace rato a una amiga, cualquier libro que trate de fantasmas, de jardines o de cosas abandonadas tiene 90% de probabilidades de gustarme.

Editorial: Harper Trophy (UK). Me gustaron las ilustraciones a principio del capítulo. Si bien todo se ve un poco apretado, que las ilustraciones se limiten al contenido del capítulo evita spoilers innecesarios.

Recomendable si te gustó: El jardín secreto de Frances Hodgson Burnett, Las aventuras de los cinco de Enid Blyton.

jueves, 11 de febrero de 2010

El anticuario

WALTER SCOTT

No hay mucha historia detrás de mi lectura de este libro salvo que después de Ivanhoe me quedé con ganas de leer más cosas de Walter Scott. El anticuario estaba en la biblioteca de la escuela – y esto confirma mi teoría de que en verdad hay bastantes libros pero la base de datos está hecha para que uno no encuentre lo que busca – así que lo saqué. Fácil.

La novela trata de Jonathan Oldbuck (el anticuario) y su amigo el joven Lovel. Ambos se conocen por accidente y viven algunas aventuras, pero… la verdad no pasa demasiado en ese libro. Obviamente Lovel se quiere casar con una muchacha llamada Isabel, pero el libro no tiene nada de romance. En realidad pienso que se pone bien hasta las últimas cien hojas (de 400) cuando a lord Glenallan le aparece un hijo perdido. El resto de verdad no pasa nada.

Lo mejor del libro son los personajes. El anticuario es un personaje increíble y lo amé con locura cuando molestaba a su sobrino con el incidente de la foca. Edie Ochiltree se lleva el libro. Me gusta el personaje ‘bufón’ que Walter Scout introduce en sus novelas y que es el loco-sabio que media los problemas de todos. Lovel tampoco está mal.

En general no se me hace un libro maravilloso. La trama es floja hasta el final y las ausencias de los personajes, a diferencia de Ivanhoe, no parecen tener justificación. Parece que el libro no va a ningún lado. Walter Scott se redime al final, pero de todos modos no es nada espectacular.

Editorial: Alba (España). La edición es un asco absoluto. Rayas de diálogo mal puestas, signos de puntuación ausentes, errores de letras, de espaciado, de justificación... parece que estos señores no tienen correctores, porque de verdad el libro es un asco.
Recomendable si te gustó: La novela de caballería en general. Los hechos del Rey Arturo, de John Steinbeck, por ejemplo, Los tres mosqueteros de Alejandro Dumas y un poco Tolkien. Pero si quieren leer algo de Walter Scott, mejor lean Ivanhoe.

martes, 9 de febrero de 2010

The Ballad of Reading Gaol

OSCAR WILDE


Siempre la anécdota primero: todo el que me conoce sabe bien que soy anti Oscar Wilde. El fantasma de Canterville es lo único que me gusta –y porque cualquier cosa que tenga como protagonista un fantasma, no importa qué sea, seguramente me gustará. Desde muy chica detesté el cinismo de los cuentos de Oscar Wilde.


Pero un día acaeció que estaba yo pacíficamente en mi parte favorita de la biblioteca –esa que nadie sabe que existe y en donde siempre hay un silencio profundo – cuado vi una pila de libros en mi mesa. Uno de ellos, el que estaba más lejos de la pila, era verde y delgado; no tenía una portada que yo reconociera de alguna editorial. Por lo que, como es natural, lo tomé y lo abrí al azar. Lo que leí fue lo siguiente:


I never saw a man who looked

With such a wistful eye

Upon that little tent of blue

Which prisoners call the sky,

And at every wandering cloud that trailed

Its ravelled fleeces by.


Y me enganchó. Inesperadamente (para mi) me traumó y tuve que pasar dos días investigando la vida de Oscar Wilde para darme cuenta de que es el tipo de persona que no soporto. Sin embargo… pensar a una persona sensible como él, encerrada por la razón de ser homosexual, imaginármelo escribiendo a escondidas, mirando el cielo, roto y patético y miserable… de alguna manera me dio lástima. Así que leí.


Hizo que se me llenaran los ojos de lágrimas.


No voy a justificar lo que dije arriba. Oscar Wilde es patético. Si hubiera sido yo, no me hubiera roto por cosa semejante, al contrario, hubiera sobrevivido con el rostro en alto sólo para no darles el gusto. E, insisto, aún así hay algo de desgarrador en La balada de la cárcel de Reading. Dolor, soledad y arrepentimiento que no se pueden ignorar. Son las cosas que me gustan contra mi voluntad las que mantengo más cerca de mi corazón.


Yet each man kills the thing he loves,

By each let this be heard,

Some do it with a bitter look,

Some with a flattering word.

The coward with a kiss,

The brave man with a sword!


Habla sobre tantas cosas diferentes al mismo tiempo, que incluso puedo ignorar las alusiones religiosas al final.


Editorial: poesía Hiparión, España-Unión Europea (así dice)

Traductor: Jesús Munárriz. Lo importante de esta edición es que es bilingüe, vale la pena.